El cadáver de Boisaca ya tiene nombre
por Iker Jiménez
23 de Octubre 2008.- La noticia aún me sume en una extraña emoción. Óscar Ortega Vasalo, 22 años, es el Cadáver de Boisaca, un cuerpo sin identificar que durante dos décadas ha sido el gran Expediente X gallego. En estos instantes, lanzando a la red estas notas según me hago eco de las primeras noticias, me vienen a la memoria imágenes de una de las investigaciones más apasionantes que he vivido en mi vida. Una historia que de forma directa se plasma con toda su intensidad en este reportaje de Cuarto Milenio de la primera temporada. Siempre albergamos la esperanza de que un día se supiese la verdad. Y siempre lo hicimos público. Desgraciadamente sus familiares, en especial su madre y hermana, se han dado de bruces con una triste realidad a destiempo. Uno de los suyos ya no es un desaparecido, sino un cadáver en una gran fosa común. Para ellos nuestro abrazo y nuestro respeto, pidiéndoles disculpas sin en alguna ocasión, y de modo no intencionado, hemos podido herir su sensibilidad al acceder en su día a los informes policiales y la documentación forense del caso. Desde luego lo hacíamos con el único deseo de saber más en torno a un atropello del que se habían escrito abundantes reportajes en la prensa gallega que para la competente policía científica de Santiago de Compostela, se había convertido en un gran misterio. En compañía de Lorenzo Fernández, hace ya más de doce años, descubrimos la historia de la tumba 7621, esa misma de la que ahora se hacen eco muchos medios. Y son aquellos medios, con reporteros legendarios, los que en verdad abrieron la veda del misterio, de las inquietudes y las preguntas, en un lejano 1988 en torno a las brumas que se cernían sobre un cuerpo arrollado en la vía del tren una noche de mayo. Sabían que aquel caso no era normal. Y recordándolo no me despego de esa emoción. Por fin, ahora, sabemos algo más. Por fin ponemos nombre y cara a un enigma. Muchas interrogantes siguen planeando sobre las circunstancias del caso. Surgen preguntas sin cesar, de todo tipo. ¿Qué hacía allí? ¿Fue un suicidio como se especifica entre interrogaciones en el informe? ¿Eran suyos los signos formados con piedras? Ahora tenemos una respuesta, después de que una serie de casualidades y de correlaciones hayan cotejado unos datos precisos para reabrir el expediente y darle un nombre. Una solución que, para muchos, es el inicio de nuevos enigmas. En Cuarto Milenio pudimos ver cómo trabajan los miembros de la Guardia Civil a través del proyecto Fénix. Una iniciativa pionera en el mundo. Nuestro compañero Paco Pérez Caballero incluso nos mostró paso a paso como se hacen los tests de identificación paso a paso. Sabíamos que la indagación en el desolado paraje que conforman los 4000 cadáveres sin identificar que aún aguardan en España, iba a darnos noticias inesperadas. Y aunque los primeros datos nos indican que la resolución ha surgido de un modo casi inesperado, nuestra intención es siempre denunciar el gran problema de los Sin Nombre en España. Cuerpos que esperan una solución y que parecen olvidados por todo y por todos. Al margen de una realidad que sigue otro rumbo. Sabemos que nuestras indagaciones no han sido en vano, y que volver a hablar de este caso, como lo hemos hecho con Juan Pedro Martínez Gómez- Niño de Somosierra- o David Guerrero- Niño Pintor- ha significado que el olvido no ha ganado la batalla. Lo sabemos bien. Mantener el recuerdo también da origen a hallazgos. Aunque ocurran 20 años después. Y con esa fe seguiremos investigando.
ARAN:
Soy una apasionada de los temas de misterio, y este en concreto siempre me habia llamado mucho la tención.
pero todos venimos de algún sitio y todos tenemos a alguien que nos espera, aunque no nos lo merezcamos.
1 comentario:
A mi también me gustan los temas de misterio, creo que has hecho un seguidor fiel. Suerte y ánimo con el blog. k.
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